La cocreación: ¿sueño o realidad?

Publicado el 5 de noviembre de 2010 por Alberto Córdoba

¿Existe de verdad la cocreación? ¿Puede el cliente ser parte de mi proceso de diseño de producto?

Aprende cómo llevarla a cabo de forma que dé verdaderamente resultados

Cada vez se extiende más. Proveedores y clientes se suman al mismo canto: yo creo en la cocreación. Hay gente que se sube al carro y llega más lejos y dice que la practica. Viene de otros mundos, pero ¿están en éste?

Si decía Woody Allen que “comedia es tragedia más tiempo”, yo digo que la realidad suele venir después del sueño. Es decir, que primero alguien lo imagina y luego alguien lo realiza. Pues de esto va la cocreación.

Somos bastantes los que la hemos imaginado, somos bastantes lo que hemos creído en ella, los que hemos apostado por ella. Pero hay pocos que la han realizado de verdad. Sí, muchos han dado pasos, pero dar ciertos pasos no es hacer el camino completo. Eso sí, “se hace camino al andar”.

Cocrear es por definición crear juntos. En el management, eso puede aplicarse a comités interdisciplinares, a la suma de áreas para tener un plan conjunto, para conseguir un objetivo común. Eso podría ser Cocreación, pero no le llamamos así. Cocreación es trabajar proveedor y cliente unidos.

¿A qué le llamamos trabajar juntos? ¿En qué trabajan juntos? ¿Para qué lo hacen? ¿Cómo lo hacen?

Las dos partes trabajan para una de las partes, para el cliente. Quieren dar una respuesta a su verdadera necesidad. Y para eso, quién mejor que la cuente el que la vive. Quién mejor para resolverla, que el habituado a ella y el que la va a gozar después. Quién mejor para ver su proceso de decisión de compra que el que luego va a soltar la pasta.

Hasta aquí todo es idílico. El sueño parece posible. Pero la realidad no siempre se muestra apta. Primero, porque no todos los clientes quieren participar. Segundo, porque no todos los clientes son aptos para participar. A lo primero estamos acostumbrados, poca gente quiere participar en estudios de mercado. A lo segundo, menos. El cliente que puede cocrear debe tener unas ciertas habilidades (análisis, creatividad, visión de negocio, etc.). Y no todos lo tienen.

Por eso, filtrar es clave. Pero también lo es contar con un proceso claro, que no deje la creatividad al albur de una idea feliz, que no haga que la innovación dependa de que se encienda la bombilla. Eso sí, cuando se hace así, con el cliente adecuado y con el proceso adecuado, aparecen ideas maravillosas.

Nosotros lo hemos realizado en negocios B2B y en negocios B2C. Y con el consumidor, cuesta encontrar al adecuado, pero funciona. Pero donde  cambia la vida es en negocios B2B. Hacer al cliente empresa parte de tu proceso de creación te garantiza un cliente satisfecho, fiel, comprometido contigo, dispuesto a probar cada producto y recomendarlo. La cocreación ayuda a convertir al cliente empresa en un verdadero socio, en un amigo que llega hasta el final.

Y eso sí es realidad. Tanto el que cree como el que no cree, ve el impacto. Cambia tu relación con él, cambia tu posicionamiento, cambia tu nivel de interlocución, cambian tus resultados.

Y tú, ¿has tenido alguna experiencia de cocreación? ¿Funcionó? ¿Qué conseguiste diferente?

¿Quieres darnos tu opinión o dejar un comentario?